En este mismo instante, a más de 1.200 millones de kilómetros de la Tierra, en una pequeña luna helada de Saturno está nevando.

Encélado fue descubierta en 1789 por el astrónomo germano-británico William Herschel. Posee 504 km de diámetro, 25 veces menor que el de nuestro planeta, y su superficie se encuentra a una temperatura media de -200 °C. El análisis de los datos aportados por la sonda Cassini indica que puede albergar un núcleo rocoso y un océano cubierto por una capa de hielo superficial de unos 20 km de grosor.

En este pequeño satélite se concentran diferentes tipos de terreno, desde zonas antiguas muy craterizadas en el hemisferio norte a zonas jóvenes con llanuras en su hemisferio sur. Destacan en esta región lo que se piensa que son fallas activas, que por su aspecto han recibido el nombre de rayas de tigre. En ellas se han observado plumas de material eyectado que incluyen partículas de hielo de agua, que confirman la actividad hidrotermal en el satélite y la presencia de criovolcanes.

Un centenar de géiseres y fumarolas expulsan vapor y finas partículas de hielo en forma de chorros. Parte de ese material puede llegar a conformar el anillo E de Saturno, el cual se extiende desde la órbita del satélite Mimas hasta la de Rhea. El resto, cae en la superficie en forma de nieve.

Casi toda la información de la que disponemos proviene de la sonda Cassini/Huygens, que entre 2005 y 2017 estuvo estudiando el sistema de Saturno. En este periodo, la sonda Cassini sobrevoló Encélado 26 veces, pudiéndolo así estudiar con todo detalle. Antes de Cassini, Encélado ya había sido fotografiado por la sonda Voyager 2 en su sobrevuelo por Saturno en 1981

Actualmente, Encélado es uno de los objetos celestes más interesantes del sistema solar y objetivo principal de investigación ya que reúne las condiciones necesarias para albergar vida en su océano interior.

Encélado

Saturno · 21XX